La Federación de Industria de la CIG pide que se clarifique el futuro de la producción de biodiésel ante los cambios normativos que se están formulando a nivel europeo, tanto el que tiene a ver con el levantamiento de aranceles a la producción extranjera como en lo relativo a las posibles prohibiciones del uso del aceite de palma como materia prima.
La CIG se muestra especialmente preocupada por como las decisiones políticas pueden afectar a la viabilidad de Masol Iberia Biofuel -la planta que la multinacional Musim Mas tiene en el puerto exterior de Ferrol-, y que hace unos años ya atravesó una complicada situación laboral a causa de la falta de reglamento en el sector.
En este sentido, Alberte Amado, de la Ejecutiva de la CIG-Industria, explica que en estos momentos está a debate el levantamiento de las restricciones anti- dumping impuestas por la UE al producto procedente de Indonesia.. La Organización Mundial del Comercio, que promovió este levantamiento, recomendó al tiempo que se realice una nueva regulación para evitar la competencia desleal entre el biodiésel producido en Europa y el procedente de países como Argentina o Indonesia, donde los cuestes laborales y la normativa ambiental son muy inferiores. la CIG-Industria ha iniciado una ronda de contactos institucionales por la que ya se mantuvo un encuentro con la eurodiputada del BNG, Ana Miranda, y la diputada, Noa Presas; quienes trasladaron toda la información de la que dispone la formación nacionalista y se comprometieron a realizar las gestiones oportunas.
De manera paralela, está sobre la mesa a limitación del uso del aceite de palma como materia prima para la producción de biofuel. La CIG entiende y defiende la necesidad de limitar la materia prima al uso de aceites sustentables y pasar ya al biodiésel de segunda generación (que utiliza recursos no ligados al mercado de alimentación como sí ocurre con los biocarburantes de primera generación).