El Concello de Ferrol, siguiendo una reordenación de los espacios de aparcamiento diseñada por la Policía Local, inició la colocación de las nuevas señales en las zonas que previamente se habían vallado.
Los cambios programados pretenden recuperar las zonas de carga y descarga que se perdieron con la peatonalización de la manzana de la calle Real que linda con la plaza de Armas y también las que estaban ubicadas en la esquina de Magdalena con Rubalcava, pero no provoca el descontento entre aquellos que viven en el centro.
Las modificaciones afectan a las calles Tierra y Rubalcava, en el tramo comprendido entre María y Magdalena.
Por su parte, la última manzana que confluye en la calle de la Iglesia, conserva la reserva de una plaza para el servicio del edificio de Intendencia militar, en horario de siete de la mañana a ocho de la tarde, los días laborables.
De momento, es común ver en tramos de la calle María, camiones y furgonetas que abastecen a los restaurantes del alrededor, algo que los trabajadores espera que no cambie para evitar dificultar, aún más de por sí, su tarea profesional.
En resumen, la reorganización motivada por la reforma de la plaza de Armas implica la desaparición del estacionamiento libre en algo más de tres manzanas de calles en el centro de la ciudad, que se vienen a sumar a las calles Pardo Bajo y un tramo de María, recientemente peatonalizadas para permitir la instalación de terrazas de los locales de hostelería.
Una vez más, tanto cambio en poco tiempo y en pleno centro, provoca malestar entre aquellos que deben apañárselas, casi cada día, para trabajar molestando lo menos posible.