Pero la situación de los accesos a la ciudad es todavía más grave, porque las vías permiten que se circule a más velocidad y los baches que se vienen arrastrando desde hace tiempo se han convertido en auténticos socavones.
Éste es el caso de la autopista con dirección a Coruña.
A su salida en Santa Marina, el firme presenta un agujero difícil de solventar, sumándole que es una intersección donde los vehículos acceden desde 4 carreteras diferentes, además de que hay peatones que suelen cruzar por este mismo lugar, aún sin semáforo que regule la prioridad.
Los ya denominados como revientacoches generan numeroso malestar entre aquellos que utilizan el coche o moto para desplazarse.
La rotura de la dirección o problemas en los neumáticos son las consecuencias más habituales que se crean por no crear un adecuado mantenimiento en las carreteras de la comarca.