Este nuevo proyecto, cuyo contrato se está ultimando, volverá a confiar en jackets de tres patas, al igual que ocurrió con en el último elaborado para Ibredrola, las cúales están actualmente en fase de instalación, en las proximidades de la costa de Reino Unido, mientras que el primer proyecto elaborado para la empresa que preside Sánchez Galán, en el mar Báltico, cuenta con estructuras de cuatro patas.
La apuesta de la empresa naval pública española y la asturiana perteneciente al grupo Daniel Alonso ha sido muy ambiciosa, y gracias a ello han optado a la construcción de la totalidad de las estructuras de este proyecto puesto que, tradicionalmente, Iberdrola suele dividir estos contratos entre varios de sus proveedores, para asegurarse el cumplimiento de los plazos y una reducción en los plazos de entrega.
Pero en esta ocasión, la totalidad de la jackets está previsto que se materialicen en las instalaciones de la antigua Astano, en el astillero de Perlío.
Por el momento no ha trascendido cuando se firmará el contrato entre las partes ni cuando se iniciará la fabricación, pero se estima que no será hasta finales de este año 2019 o principios del próximo cuando se comience con el proceso de fabricación, cuya construcción supondrá una importe carga de trabajo para Navantia y Windar, y en especial para las empresas de la industrial auxiliar que han venido trabajando en este tipo de contratos en los últimos años y que acumulan ya una importa experiencia.