Llevaba cerrado desde el 14 de agosto, después de la caída de cascotes de la parte superior debido a su mal estado.
Días después, se procedía a demoler el revestimiento del lucernario del paso inferior para garantizar la seguridad vial de los peatones, algo que se considera que se ha conseguido y por ello se decidió reabrirlo de nuevo.
Sin embargo, este punto está pendiente de una reparación más ambiciosa que Fomento ha cifrado en 21.000 euros.
Todavía no se ha trasladado una fecha para acometerla, pero se prevé que incluirá la ejecución de una nueva cubierta transparente.
Con esta intervención ya ejecutada, se asegura que este paso no cuenta con ningún fallo estructural de consideración.
Este paso peatonal era uno de los tres del municipio incluidos el pasado año en la base de datos denominada Sistema de Gestión de Puentes con patologías potencialmente graves que pueden afectar a su comportamiento resistente, es decir, con fallos estructurales graves, como ha venido a demostrar lo sucedido con los desprendimientos.
Usuarios de ese paso se venían quejando reiteradamente del deterioro, las filtraciones, las inundaciones y la falta de iluminación, además de la inseguridad.