El levantamiento de pilares que sostendrán el puente de unión entre los barrios de Santa Mariña y O Inferniño visibiliza lo adelantado de los trabajos, que si bien han ocasionado algunas restricciones de aparcamiento en la zona, son aceptadas para poder conseguir esa obra por la que tanto han luchado y cuyas reivindicaciones se remontan a una década atrás.
Pero con esta ansiada pasarela no concluyen las reivindicaciones del colectivo vecinal de ambos barrios, que defendió en su día tanto el nuevo puente como la reparación del anterior, y que todavía no es accesible para todo tipo de peatones.
La situación de peligrosidad que reviste el entorno de la vía hace que la reparación del talud sea una asignatura pendiente y de urgente recuperación.
En esa misma línea está el Concello, que ya en el anterior mandato demandó a ADIF la reparación de ese talud, para evitar desprendimientos y posibles accidentes.
Por el momento, las obras están sin acometer por parte del administrador de infraestructuras, y el Concello tampoco ha decidido todavía ejecutar las obras de forma subsidiaria.
De hecho, los presupuestos municipales que se han prorrogado del anterior mandato incluían una partida para este fin, además de la destinada a la construcción de la pasarela, ahora en ejecución.
La presidenta de la AVV de Santa Mariña ha esperado hasta este mes de septiembre para solicitar una reunión con el gobierno y poner sobre la mesa estas cuestiones, dado que la situación de peligrosidad se acentuará, si no se toman medidas, con la llegada del invierno y los posibles deslizamientos de tierra.
El paso está prohibido para vehículos, pero no para peatones, que se arriesgan a sufrir accidentes.