Actualmente, el gran edificio de más de 7.500 metros cuadrados de superficie se encuentra prácticamente deshabitado, con solo dos negocios manteniendo su actividad: la óptica Novalux y un gran supermercado Gadis, cuya afluencia de clientes es lo único que justifica que el centro comercial se mantenga abierto.
Para ello, el alcalde Ángel Mato aboga por trabajar por que el centro comercial para que cumpla con el objetivo del día en que nació, hace ya casi un cuarto de siglo.
Distribuidos en tres plantas, llegaron a funcionar más de una veintena de negocios.
Por ello, Mato confía en su potencial. Y en intentar promocionar el uso que le asigna el plan general, apoyándose en el comercio de proximidad para ayudar a dinamizar una zona como es la carretera de Castilla y los Ensanches.
A ello le suma un parking, cerrado desde el pasado 1 de abril, pero que resulta uno de los más cómodos de la ciudad, según palabras del regidor.