El objetivo es que estos puntos de micro-abastecimiento seguro permitan que los peregrinos y peregrinas puedan llenar una cantimplora de medio litro con cierta periodicidad, 6 kms aproximadamente, además de facilitar este servicio al vecindario. De este modo, habilitando los recursos necesarios también se contribuye a reducir el uso de botellas de plástico y, en muchas ocasiones, su abandono en caminos y pistas, con el consiguiente perxuízo para el medio natural.
La fuente situada en Neda sigue el modelo uniforme y reconocible elegido para todo el Camino, y está realizada en acero inoxidable, granito y madera, de acuerdo con la estética del entorno.