La recuperación de la ceremonia del Desenclavo -una tradición de origen medieval que en Ferrol posiblemente se remonta al siglo XVII- será uno de los pilares del Viernes Santo. El Santo Entierro ha asumido el reto de volver a escenificar el descendimiento de Cristo de la Cruz, una tarea de la que hasta 1916 se ocupó la desaparecida Cofradía de las Benditas Ánimas del Purgatorio y cuya herencia espiritual recoge ahora esta Hermandad.
El acto del Desenclavo dará comienzo a las seis de la tarde, antes de la salida de la procesión. Se representará en el exterior de la concatedral de San Julián, donde se colocarán una tarima y una Cruz con la imagen del Cristo articulado que en la actualidad está situado en el baptisterio del templo. Se trata de una talla de la Escuela Castellana que ya se utilizaba en las ceremonias que se celebraban en la iglesia primitiva de San Julián, en Ferrol Vello, y que ahora volverá a protagonizar el Descendimiento.
Doce cofrades participarán directamente en la función, en la que habrá diferentes lecturas y música, aunque Loureiro no quiso desvelar los detalles del acto, para mantener intacta la emotividad del mismo. Sí apuntó que los hermanos del Santo Entierro saldrán del templo para presenciar la ceremonia y que los fieles podrán participar igualmente en la misma, ya que se reservará un espacio vallado para seguirla de cerca.