Uno de los principales objetivos es facilitar a las empresas gallegas -entre las que se encuentran las estaciones de servicio- la financiación de sus pagos operativos e inversiones para reducir su exposición a las materias primas más encarecidas y a la subida de los combustibles. La cuantía de los préstamos oscila entre 3000 y 300.000 euros, incluyendo al tipo de interés una bonificación del 1,5%.