El presidente de COFER destacó que el calado del puerto exterior de Ferrol supera los
20 metros, que dispone de una terminal de contenedores que podría complementar la planta de metanol verde y que dentro de la ría hay unos astilleros que podrían dar servicio a todos los buques que acudiesen a hacer repostaje. Estas ventajas, junto con la presencia en la ría de una planta regasificadora y de otras empresas que ya están inmersas en proyectos de energías renovables y combustibles verdes serían condicionantes importantes para la instalación del proyecto de Maersk. Junto a ello, destaca Dobarro la existencia de una industria auxiliar con experiencia y mano de obra cualificada, preparada para atender cualquier necesidad relacionada con el proyecto.
“Entendemos que Ferrol sería la ubicación idónea también desde el punto de vista de la política social y el empleo, ya que es una zona industrial que ha sufrido distintas crisis desde los años 80 de siglo pasado”, añade el presidente de COFER. En este sentido recuerda que desde hace décadas se han impulsado políticas públicas tanto estatales como autonómicas precisamente para revertir esa situación de crisis, por lo que esta sería “una ocasión magnífica con la que se puede dar un impulso económico importante al sector industrial comarcal y, como consecuencia, al resto de los sectores”.