La decisión del alcalde, Ángel Alvariño, llega tras una reunión con el gerente de Augas de Galicia, que deja en manos del propio vecindario y del Ayuntamiento las medidas de autoprotección a adoptar ante nuevas riadas. Este jueves, a partir de las 12 horas, está convocada una reunión con los portavoces municipales y más con los representantes de la Plataforma de afectados para trasladar al detalle el contenido del encuentro y avanzar líneas de actuación.
Augas de Galicia, entidad pública empresarial dependiente de la Xunta, achaca las periódicas riadas a la construcción décadas atrás de las viviendas en zona inundable. Desde el Ayuntamiento lamentan la decisión, y recuerdan que, desde las inundaciones del 2016, el gobierno local esta reclamando sin éxito la reforma de varias presas que desvían agua al Basteiro cuando el Belelle llega a un determinado nivel. Una petición que fue reiteradamente ignorada.
El alcalde de Neda explica que, en función del que concluya el estudio municipal, ya adjudicado y avanzado, se decidirán las actuaciones a adoptar- entre otras, la posible ampliación de la Pontegrande- y se buscarán los fondos precisos para poder ejecutarlas. Con todo, advierte el regidor de que paradójicamente cualquier obra que propongan deberá contar con el visto bueno de Augas de Galicia.