El joven estaba en estado ebrio molestando a los viandantes y a los clientes de los establecimientos de esta popular calle ferrolana. Los agentes de la Policía local procedieron a reclamar su identificación, sin embargo, no la tenía en ese momento. Por tanto, lo llevaron a la comisaria, donde agredió a varios de los agentes. Hoy pasó a disposición judicial, tras una noche en el calabozo por resistencia a la autoridad, desobediencia y agresión.