Los trabajadores y pacientes de la clínica dental Galiano, anteriormente Vitaldent, se vieron sorprendidos el pasado lunes por la mañana al no poder acceder a las instalaciones y no encontrar rastro del administrador de la misma. El local fue cerrado sin previo aviso, dejando a sus empleados en la calle y a sus usuarios con tratamientos ya pagados a medio acabar, por lo que la Policía Nacional ya ha comenzado a tramitar las primeras denuncias por un presunto delito de estafa.
El colegio de Odontólogos y Estomatólogos de A Coruña emitió un comunicado ayer condenando los hechos y mostrando su ayuda y solidaridad a todos los afectados, poniendo sus servicios jurídicos a su disposición para emprender las medidas legales necesarias. Según la institución los pacientes tienen derecho a disponer de sus historiales clínicos, que deben ser custodiados por el propio centro, así como a ver finalizados sus tratamientos con las mismas condiciones y garantías que fueran contratadas.
Según un paciente de la clínica el administrador, por el momento desaparecido, gestionaba también una financiera propia que otorgaba los préstamos para los tratamientos, por lo que presuntamente cobraba por adelantado mientras que los clientes deben continuar pagando al banco. El Colegio ha querido reivindicar además la figura del odontólogo como gestor de la clínica como forma de evitar situaciones como esta.