Así se lo trasladó el presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol, Javier Galán, a los alcaldes de Ferrol y Fene, Ángel Mato y Gumersindo Galego, en sendos encuentros en los que estuvo acompañado por otros miembros del comité, responsables de las Federaciones de Industria y delegados de las industrias auxiliares.
También asistieron representantes de los grupos políticos de la corporación ferrolana.
La fabricación del segundo de los buques para las antípodas se está acercando ya a la fase de botadura, lo que ha generado ya un descenso en la carga de trabajo en el gremio de aceros y los primeros adelgazamientos de plantillas en este tipo de firmas complementarias.
Galán aseguró que a partir de ese mes, se sucederá un goteo de despidos en el resto de las compañías.
Por ello, piden a los alcaldes de la comarca que hagan un frente común en la búsqueda de carga de trabajo, evitando una nueva sangría de ocupación en el sector antes de que comience la fabricación de las futuras fragatas F-110 para la Armada española, lo que no sucederá hasta principios del 2022.
En estos momentos, el naval público está generando ocupación para 1.500 empleados auxiliares, 500 menos de los que había el pasado año y las previsiones apuntan a que esa cifra continuará bajando a partir del verano.
El alcalde ferrolano, Ángel Mato, aseguró que tan pronto como se constituya el Gobierno central, su primera visita será a Madrid para abordar con Navantia la situación de la carga de trabajo, como del proyecto del Astillero 4.0 o de la formación de profesionales.
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