Su gerente, Juan Antonio Álvarez, aclaraba que el cierre es temporal y que en septiembre o, como muy tarde, en octubre, esperan poder estar de vuelta con una propuesta renovada.
Aprovechan para hacer esta pausa en un momento en el que la clientela habitual baja bastante y la cartelera se llena de películas comerciales que no son su objetivo.
Álvarez mantiene los Dúplex como afición y como homenaje a una tradición familiar, aunque su actividad profesional es otra. Ese es el secreto de la longevidad de estas salas.
Así, por cinefilia y porque eran las películas por las que se podía pelear, el Dúplex se especializó en filmes con escasa presencia en las grandes salas de los centros comerciales.
Es el espacio para ver estrenos de cine europeo y español, así como las cintas independientes, alejadas del mainstream.
Al mismo tiempo, fomentó la colaboración con entidades sociales e instituciones, con ciclos periódicos dedicados al cine clásico, programas educativos para colegios o proyecciones de interés social.
Álvarez quiere tranquilizar a sus clientes habituales, sacudidos por la posibilidad de que una parte de la cultura de la ciudad se calle para siempre, puesto que su objetivo es reabrir en breve.
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