Durante esta semana que acaba de comenzar, las obras de reforma de la plaza de Armas se centrarán en el relleno del agujero abierto, después de la demolición del párking y los locales comerciales, utilizándose para ello restos de obra y piedras que se han acumulado en la antigua instalación militar del Sánchez Aguilera.

Una vez finalice este paso, se pasará a la posterior reposición del firme e instalación del nuevo mobiliario urbano

Asimismo llegarán, aproximadamente, diez camiones cargados con 21 árboles procedentes de Holanda.

Según el arquitecto coruñés Carlos Pita, autor del proyecto y director de obra, se trata de unos ejemplares de tilo entrenados para ser urbanos y resistir el ambiente de una ciudad.

Tienen diez metros de altura y tres de copa, y las ramas comienzan a los tres metros, para que nadie tropiece con ellas y se pueda hacer daño.

Estos tilos se colocarán, en su mayoría, en la parte del relleno de tierra, aunque cuatro de ellos irán en la zona de granito, aunque no se podrán plantar hasta diciembre, la época más propicia para hacerlo.

El tilo americano se introdujo en Europa a través de Ferrol gracias a las expediciones que realizaba la Armada. Ahora esta especie lucirá en la ciudad en la nueva plaza de Armas, en un homenaje a esos marinos que dieron forma a la ciudad. Además, a través de la presencia de la escultura “Toro ibérico”, de Alberto Sánchez, y del proyectado monumento de homenaje al barrio de A Magdalena y sus habitantes, se vincula también con el mundo obrero.

La reforma de la céntrica plaza de Armas avanza a buen ritmo, por lo que es probable que se cumpla la previsión de que luzca una nueva cara las próximas navidades. 

Con esta fecha en mente, ha empezado el movimiento comercial en los bajos de la zona, donde se prevé que se instale un banco, una cadena de perfumerías y un anticuario.