Ferrol en Común quiere recordarle al actual ejecutivo que la ordenanza reguladora de precios  públicos  por la utilización de los  servicios e  instalaciones  culturales establece los  precios públicos, para compensar el gasto que supone la apertura de centros  culturales  municipales, tales como el Teatro Jofre, el Auditorio de Caranza o Centro Cultural Torrente Ballester.

La intensa  actividad cultural  desarrollada en el periodo 2015 al 2019, puso  a Ferrol en el foco  del país y acercó, a pie de calle, actividades de calidad,    gracias en buena parte a las facilidades dadas  desde la administración local para que  la red cultural  diese continuidad a  nuestras tradiciones  locales. 

Ferrol en Común observa con preocupación cómo se están produciendo  situaciones que  no dan  continuidad a un  proyecto global, que  permitió el uso de los espacios  públicos por parte de la agrupaciones  modestas, pero  con hondo bagaje, que  ponen en valor talentos  culturales de todas las edades y tendencias.

Asimismo, el partido liderado por Jorge Suárez critica que, desde el actual  gobierno, se está exigiendo el cobro de un  precio por la utilización de los espacios culturales público, llegando hasta los 1750€ para entidades que subsisten  gracias a voluntariedad  de  sus  miembros, con el fin de transmitir  al público  una tradición cultural en aras de extinción. 

Desde Ferrol en Común  quieren  recordar que en el mandato anterior,  fueron  docenas las actuaciones anuales que se  produjeron en los  espacios públicos dependientes del  ayuntamiento, con éxito de público y satisfacción de los promotores, acogiéndose  al  artículo 6 de la ordenanza municipal,  donde claramente se permite la exención de tasas  para  aquellos eventos de  interés social, para facilitar el desarrollo  y transmisión cultural  al  vecindario, riqueza inmaterial de la  ciudad de Ferrol. 

Por lo tanto,  desde   FeC, se insta  al  gobierno actual a una  rectificación en el tratamiento dado a las agrupaciones que ven  restringida su  exposición pública por  una política abusiva de precios,  que subsisten a base  del  esfuerzo colectivo por amor a la cultura y tradición local, urgiendo aplicar  una política de coste  cero para  aquellas actividades que  enriquezcan el patrimonio cultural.