El Concello de Ferrol volverá a escudriñar Recimil para intentar conocer su estado real de ocupación.

El alcalde, Ángel Mato, avanzó su intención de actualizar el censo de las viviendas del barrio para conocer la situación legal de sus inquilinos, como paso para la regularización de un distrito con históricos problemas de convivencia e inseguridad.

Lo hizo después de presidir su primera junta local de seguridad, que llevaba sin convocarse desde hace más de dos años. 

En ella, el alcalde admitía no tener constancia exacta de cuántas viviendas se encuentran ocupadas de forma ilegal en la actualidad.

Aludió a un censo elaborado hace años, aunque precisando que no estaba seguro de que se hubiese actualizado.

Y ese será, apunta, el primer trabajo, que deberán acometer conjuntamente las áreas de Patrimonio, Benestar Social, Urbanismo y Seguridade.

Si se llega a ese nuevo documento, se trataría del quinto censo en los últimos quince años.

Todos los gobiernos anteriores intentaron aclarar la situación de Recimil.

Mato defiende ahora como alcalde que hay que ir más allá, poniendo encima de la mesa una solución definitiva.

Asimismo, advierte que los mecanismos de los que se disponen para evitar que se produzcan ocupaciones son limitados, sobre todo, porque a veces no se sabe en el minuto uno si la vivienda está ocupada y, cuando se llega, tienen que actuar para garantizar la seguridad jurídica de la actuación de quien corresponda, ya sea Policía Local o nacional, para hacer ese lanzamiento. 

Por eso, se harán consultas jurídicas para intervenir de forma más sencilla en caso de ocupación, pero es algo que hay que hablar con calma, para abordar un plan de recuperación del barrio, garantizando los derechos de los residentes.

Mientras tanto, se analizará también la posibilidad de reforzar la vigilancia policial desde los distintos cuerpos, un aspecto sobre el que el alcalde quiso mostrarse prudente.

Los responsables de los cuerpos local y nacional en la ciudad, analizaron barrio a barrio la situación de convivencia y del tráfico de drogas, aspectos que vinculan entre sí con frecuencia los vecinos de Recimil y que preocupan a las administraciones, sobretodo el incremento de la heroína.