El pleno municipal aprobó la cuenta general del Ayuntamiento correspondiente al 2018 y la prórroga del contrato del servicio de ayuda en el hogar mientras no se adjudica un nuevo. Una sesión plenaria que estuvo marcada por el debate de las diferentes mociones que se presentaron.

En la tarde de ayer, la Casa Municipal de Ferrol acogía el tercer pleno ordinario de esta nueva legislatura. Una sesión en la que se aprobó la cuenta general del Ayuntamiento correspondiente al ejercicio del 2018 y la prórroga del contrato de servicio de ayuda en el hogar “por el tiempo necesario para la preparación y adjudicación del nuevo contrato, y como máximo de un año”.

Los primeros puntos de la orden del día fueron la aprobación del acta de la sesión anterior y dar cuenta de las resoluciones dictadas por la alcaldía en el período comprendido entre el  15 de agosto y el 13 de septiembre. La propuesta de designación de los representantes del Ayuntamiento en la Comisión de  Desaugamento de la Zona  Hidrográfica Galicia Norte fue aprobada por unanimidad. Con respecto al  expediente de omisión de fiscalización previa de facturas de  Urbaser, se aprobó con los votos a favor de los grupos del PSOE y Ferrol en Común (11) y la abstención de PP y BNG (14). Mientras que  la aprobación de la cuenta general del ejercicio 2018, se aprobó con los votos a favor de PSOE y Ferrol en Común (11), la abstención del PP (12) y en contra del BNG (2).

Pero la sesión plenaria estuvo marcada por las mociones por la preocupante situación del empleo en la comarca.  Dos  mociones presentadas por el BNG y el Partido Popular, referidas al despido de los 15 trabajadores de las compañías auxiliares del naval que prestan el servicio de mantenimiento en los astilleros de Navantia en la ría y por la situación generada en otro colectivo, el de los transportistas del carbón, perjudicado por el parón de la central térmica de As Pontes, aunque finalmente se adoptó el acuerdo unánime de la corporación de apoyo a ambos colectivos.

La moción defendida por el BNG sobre las auxiliares de Navantia fue la que generó una mayor exaltación donde hasta el propio alcalde, Ángel Mato, intervino para acusar a Rivas de «frivolizar con el mayor contrato  militar que se hizo nunca en este  país» y también afirmando que las jackets que se construyen en Fene no son obra civil.  Y finalizó manifestando que encabezará  «calquera reclamación ante o Estado para que la  ciudad tenga una política industrial».