Y de nuevo la piscina de Caranza vuelve a ser noticia, ya que permanecerá cerrada hasta tener la  garantía de que se ha solucionado el problema de exceso de niveles de CO2. El concejal de Deportes, Antonio Golpe ha explicado que están buscando el foco del problema para poder solventarlo lo antes posible pero ha enfatizado que la instalación no se reabrirá hasta garantizar plenamente que no habrá que cerrarla de nuevo.

Ayer volvió a hacer una nueva inspección, donde asistieron los  técnicos de la empresa encargada del mantenimiento de la piscina, y el ingeniero municipal, donde se comprobó  que la maquinaria funciona bien, por lo que cambiaron los filtros por si el problema pudiese estar ahí.

Según Antonio Golpe, la pretensión del Concello pasa porque tanto los impulsores como los expulsores funcionen al cien por cien, y en esa línea se está trabajando, sin saber a ciencia cierta, de momento, cuál es el origen de la deficiencia. En su momento se solicitarán a la Xunta de Galicia nuevas mediciones del dióxido de carbono, para comprobar que está en los niveles normales.

Esta situación ha provocado que el Club Natación Ferrol se haya concentrado a las 5 de la tarde  en modo de protesta en la piscina, a la que se ha sumado el Club Sincro Ferrol y el Club Triatlon Ferrol.

Un informe encargado por el Ayuntamiento de Ferrol a una consultora especializada en tratamiento de aguas y climatización, indica la necesidad de acometer una serie de actuaciones en esa instalación.  Como primera medida, se  recomienda la renovación de los 28  filtros con los que cuenta la máquina, donde ya se ha  formalizado el pedido esta misma mañana. Por otra parte, se comprobó que los ventiladores de extracción de aire funcionan correctamente.

Asimismo,  el informe propone también la instalación de dos  sifónes, uno en cada una de las arquetas ubicadas en la parte  exterior de la instalación, ya que en la actualidad no existe este dispositivo que evitaría la entrada de gases procedentes de las alcantarillas. Además,  se recomienda “realizar un análisis de la máquina en condiciones normales de funcionamiento, esto es, abierta al público y durante un día de actividad normal”.

Por otra parte, está pendiente una propuesta para que una persona especializada se encargue de manejar los parámetros de la central  deshumidificadora.  De fallar todas estas medidas que proponen los técnicos, aun quedaría la posibilidad, segun explicó Golpe, de “reducir el aforo en los momentos puntuales.