El inicio de la temporada de cría de la píllara de las dunas trajo este año a las playas de Ferrol el nacimiento de cuatro polluelos, dos en Doniños y otros tantos en Esmelle. Se trata de una especie que atraviesa un momento difícil en toda Galicia, y especialmente en la comarca, y que encuentra serias dificultades para reproducirse.
Por ese motivo, la concejal de Medio Ambiente, Ana Lamas, hizo esta mañana un llamamiento a los usuarios de los arenales ferrolanos para que extremen el cuidado a la hora de pasear por las cercanías de las zonas de cría. Especialmente, llamó la atención de los propietarios de perros, puesto que la presencia de estos animales sueltos implica uno de los mayores peligros a los que se enfrentan los ejemplares más jóvenes de píllara.
Desde la Sociedade Galega de Historia Natural, con la que el Ayuntamiento de Ferrol mantiene un convenio de colaboración, explican que en este momento las playas ferrolanas están marcando el límite norte de la cría de la píllara, puesto que este año no se encontraron nidos en Valdoviño, tradicional zona de puesta hasta ahora.
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