“El GAS Es CARO Y CONTAMINA”. Esa es el mensaje contundente que, a más de 30 metros de altura, activistas de Greenpeace colocaron hoy en los depósitos de la planta regasificadora de Reganosa en Mugardos para demandar su cierre y pedir a la clase política y a las empresas energéticas un plan de abandono progresivo del gas en nuestro país. La organización ecologista denuncia a dependencia del gas, causante de la subida del precio de la energía y de la emergencia climática.
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La protesta realizada hoy por Greenpeace, cuenta con el apoyo de representantes del Comité Ciudadano de Emergencia para la Ría de Ferrol, plataforma que, desde hace años, agrupa la numerosas entidades locales contra la presencia de la regasificadora en Mugardos.
La planta de regasificación a la que hoy accedió Greenpeace, propiedad de Reganosa, con participación de la Xunta de Galicia, es uno de los puntos calientes de la llamada crisis del gas. A La escalada de precios que están viviendo los hogares, se suma la actual emergencia climática. Solo en 2021, se estima que la planta de Mugardos va a ser responsable de más de 5 millones de toneladas de emisiones directas anuales de CO2 |