El portavoz adjunto del Grupo Popular Javier Díaz criticó las malas formas con las que está actuando Mato y su gobierno desarrollando políticas y actitudes impositivas y prohibitivas hacia nuestros vecinos. Reflejo de ello es que tras la protesta organizada por vecinos, comerciantes y hosteleros de la carretera de Catabois el pasado jueves paralizando el tráfico rodado para solicitar el cumplimiento de la moción aprobada para limitar la velocidad en dicha vía a 50 km/h, la respuesta del gobierno de Mato fue ratificar su postura de limitar dicha vía a 30 km/h, imponiendo su voluntad a la voluntad democrática del pleno. Así se dedicó a emborronar las señales de 50km/h que todavía quedaban pintadas en el suelo en la carretera de Catabois para, supuestamente, pintar las de 30km/h, aunque quedan señales verticales de 50km/h que no han sido retiradas dejando en evidencia que este gobierno trabaja de manera improvisada, caótica y chapucera.
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Desde el Grupo Popular nos mostramos contrarios con esta actitud despótica y dictatorial de Mato, que lo único que hace es perjudicar a nuestros vecinos, comerciantes y hosteleros que ven como día tras día los conductores se desesperan al atravesar la carretera de Catabois y como el comercio y la hostelería de la zona pierden clientes, que en vez de pasar por Catabois, circulan por carreteras alternativas, advirtió.
El gobierno del Mato hace oídos sordos a las peticiones de los afectados, no escucha a los vecinos que piden que, sin mayor demora, se cumpla la moción aprobada en el pleno del pasado mes de enero, en la que se acordó que la carretera de Catabois y de Castilla, así como, la avenida de Esteiro recuperasen el límite de 50km/h. “Solicitamos, por enésima vez, a Mato que tenga consideración por nuestros vecinos y escuche a todos los sectores de la ciudad, que están contrariados con las medidas impositivas y prohibitivas que este gobierno viene imponiendo”.
Como ya hemos manifestado, en muchas otras ocasiones, con estas medidas limitativas de velocidad lo único que se pretende es asfixiar, aún más si cabe, a los ferrolanos y ferrolanas, pues sin duda se producirá un efecto sancionador que, unido al radar de A Malata, al multamóvil y a las cámaras en la periferia de la plaza de Armas confirman el afán recaudatorio del gobierno de Mato, con el que el Grupo Popular ha sido tan crítico. “Si Mato fuera un buen alcalde escucharía a los vecinos, cumpliría la voluntad del pleno y se comprometería con Ferrol y los ferrolanos en vez de complicarles más la vida”, concluyó el portavoz adjunto Javier Díaz.
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