A lo largo de la jornada se realizaron diferentes ejercicios para comprobar la capacidad del buque para operar en situaciones críticas como la navegación en aguas restringidas bajo condiciones de amenaza, así como su grado de preparación para hacer frente a posibles emergencias como la caída de personal al agua, o un fallo en el gobierno del buque. Todo ello se complementó con un ejercicio de lucha contraincendios.
Esta inspección consta de una fase previa que se realizó el día 5 de septiembre con el buque atracado en Ferrol y en la que se comprobó su estado general y la capacidad de respuesta de su dotación frente a situaciones de emergencia en puerto.
Estas inspecciones responden al compromiso de la Armada de mantener sus unidades en condiciones óptimas, para garantizar su seguridad, operatividad y preparación para reaccionar con eficacia ante cualquier contingencia.
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